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Pretendemos llegar a la imagen la más clara posible de cada estudiante como persona. Nuestro modelo aumenta mejores prácticas de economía, psicología, informática y otras áreas para identificar a los solicitantes con altas probabilidades de reembolsar los préstamos. Tomamos en cuenta varios factores, por ejemplo:
Calidad de la institución
Revisamos cada institución con que trabajamos para evitar estafas educativas que enredan los estudiantes en deudas.
Industrias en vías de expansión
Hacemos equipo con organizaciones locales para identificar industrias de alta demanda como la asistencia médica, la educación y la ley.
Datos académicos
Es lógico que los estudiantes que sacan buenas notas también suelan ser prestatarios fiables--y las investigaciones apoyan esta conclusión.
Evaluaciones psicométricas
Tamizar solicitantes de préstamos con hasta un cuestionario básico puede bajar tasas de incumplimiento de manera significativa. Estamos construyendo nuestra propia evaluación basada en mejores prácticas y dirigida a los estudiantes.
Aprendizaje automático e IA
Queremos evitar suposiciones sobre qué defina a un prestatario fiable. Usaremos algoritmos de aprendizaje automático para buscar padrones en los dados que los humanos quizás ignorararían. Estas técnicas llegarán a ser cada vez más útiles mientras trabajamos con cada vez más estudiantes.
Recomendaciones y entrevistas
Los números no son lo único que importa. Los estudiantes pueden haber comprobado su fiabilidad en maneras no visibles en notas o exámenes. Además, varios estudios muestran que las recomendaciones predicen de manera significativa el desempeño profesional.
Según nuestras investigaciones, tenemos confianza de que podemos lograr tasas de reembolso de más de 95%.
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Caso hipotético
Una estudiante—llamémosle Gabriela—está en el último año de una carrera en enfermería en una universidad pública.
En medio del primer semestre, su padre se enferma. Gabriela empieza un trabajo a tiempo parcial para recuperar los ingresos perdidos de su familia, pero acaba faltando $1,000 para su matrícula. Bajo el sistema actual, tiene tres opciones.
Graduarse pero negar a su familia el dinero que les falta.
Prestar de parientes o de amigos (tal vez imposible)--o de una empresa de préstamos predatorios.
Abandonar la carrera, ganando tan poco como una 30% de lo que hubiera podido con su diploma.
Jump ofrece una nueva opción.
Entregar sus notas y recomendaciones al portal sencillo de Jump y tomar nuestra evaluación.
Ser aprobado para un préstamo a una tasa de interés parecida a las de otras empresas microfinancieras internacionales.
Graduarse y comenzar empleo (tal vez ayudado por la red de Jump). Dentro de dos años, reembolsar el préstamo en un horario flexible.
Mientras que Gabriela se va estableciendo en su nueva profesión, puede seguir como parte de una red de profesionales de crédito alto y servir como recurso para estudiantes en el futuro.